El cáncer está entre las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, y se calcula que el número de nuevos casos aumente significativamente en las próximas décadas.
La malnutrición y la pérdida de masa muscular son frecuentes en los pacientes con cáncer y tienen un efecto negativo en el desenlace clínico, estas pueden ser ocasionadas por ingesta inadecuada de alimentos, la disminución de la actividad física, el catabolismo y las alteraciones metabólicas. Por lo tanto, se deben realizar tamizajes periódicamente para detectar el riesgo o la presencia de malnutrición.
La malnutrición asociada a la enfermedad y la caquexia tiene una alta prevalencia y gran impacto en la calidad de vida, alteración en la respuesta a los tratamientos oncoespecificos, susceptibilidad a la toxicidad inducida por la quimioterapia, alteración de la función muscular, y alta incidencia de complicaciones post quirúrgicas.
La incidencia de la malnutrición oscila entre el 15 al 40% al momento del diagnóstico del cáncer, alcanzando cifras hasta del 80% en enfermedad avanzada dependiendo del tipo de neoplasia.
La menor proporción de pérdida de peso se presenta en cáncer de mama, y próstata (40%). Una pérdida de peso intermedia se ha visto en cáncer de colon y pulmón (50- 60%), Pérdidas severas de peso se presenta en pacientes con tumores sólidos: gástrico, esófago, cabeza y cuello, y páncreas (> 80%).